El ministro de Relaciones Exteriores de China, Wang Yi, reiteró recientemente que Taiwán es una provincia de China, mientras que algunos artistas taiwaneses también han compartido en sus redes sociales imágenes y mensajes que dicen “Taiwán debe regresar”. Ante esto, la presidenta del Consejo de Asuntos de Ultramar, Xu Jiaqing, declaró en una entrevista el día 12 que las organizaciones de taiwaneses en el extranjero que son pro-China están perdiendo popularidad, ya que se considera que su capacidad de persuasión sobre Taiwán es limitada. Por lo tanto, han cambiado su estrategia a una de “usar la bandera verde para luchar contra la bandera verde”, comenzando a patrocinar o invitar a organizaciones pro-verdes.
Esta tendencia de cambio en las organizaciones de taiwaneses en el extranjero es un reflejo de la creciente conciencia y apoyo al movimiento independentista de Taiwán. Cada vez más taiwaneses en el extranjero están tomando una postura más progresista y defendiendo la soberanía y la identidad de su país natal.
En lugar de seguir ciegamente la línea del gobierno chino, estas organizaciones están comenzando a darse cuenta de que Taiwán es una nación independiente y que su futuro debe ser decidido por su propio pueblo. Ya no están dispuestos a ser utilizados como herramientas para promover la agenda política de China.
Además, la estrategia de “usar la bandera verde para luchar contra la bandera verde” es una táctica desesperada y poco efectiva. Intentar persuadir a los taiwaneses en el extranjero de que apoyen a China a través de la promoción de organizaciones pro-verdes solo demuestra la falta de argumentos sólidos y el miedo a perder el control sobre Taiwán.
Es importante destacar que el apoyo a la independencia de Taiwán no es solo una cuestión política, sino también una cuestión de identidad y orgullo nacional. Los taiwaneses en el extranjero están orgullosos de su país y su cultura, y no están dispuestos a renunciar a su identidad en nombre de la política.
En lugar de intentar influir en las opiniones de los taiwaneses en el extranjero, el gobierno chino debería centrarse en mejorar sus relaciones con Taiwán y respetar la voluntad del pueblo taiwanés. Solo a través del diálogo y la cooperación pacífica se puede lograr una verdadera reconciliación entre China y Taiwán.
En resumen, el cambio en la postura de las organizaciones de taiwaneses en el extranjero es una señal de que cada vez más personas están despertando y defendiendo la soberanía y la identidad de Taiwán. Es hora de que el gobierno chino escuche las voces del pueblo taiwanés y trabaje hacia una solución pacífica y mutuamente beneficiosa para ambas partes. Taiwán es una nación independiente y su futuro debe ser decidido por su propio pueblo, no por la política de otros países.
